jueves, 17 de mayo de 2012

Para Cris


Voy a decir lo que nadie se atreve a admitir: vivimos en un mundo cruel.
He visto a muchos flaquear y dejarse vencer por las dificultades, por las circunstancias. Llegan a cambiar todo aquello que son, todo aquello en lo que creen porque no son lo suficientemente fuertes para tomar el camino difícil.
Ésta falta de fuerza termina situándoles en una posición cómoda, fácil y extremadamente insatisfactoria. Ya no tienen que luchar, ni asumir culpa alguna, pero pierden amigos, experiencias y oportunidades. Esto les convierte en seres infelices y mezquinos. La situación que ellos mismos se han creado les sumerge en un mar de malos sentimientos hacia la felicidad de los demás: envidia, odio, egoísmo, resentimiento…La existencia de este tipo de personas hace que el mundo sea un poco más cruel de lo que ya era en un principio.
Después, quizá con menos frecuencia de la que me gustaría, me encuentro con personas que tienen un don especial para no dejarse corromper y que jamás se cansan de luchar. No importa lo que les depare la vida: obstáculos, desgracias, traiciones. Cuantos más golpes reciben, y cuanto más duros son estos, más energías reúnen para recomponerse trozo a trozo. Continúan dando lo mejor de sí mismas. Gracias a ellas el mundo todavía no se ha convertido en un infierno. Todavía hay esperanzas.

Yo no sabría clasificarme en uno de estos dos grupos. Sé que mientras pueda mantendré mis creencias y mis ilusiones intactas. Mi peor desgracia sería cambiar…pero a veces dudo de si seré tan fuerte como para mantenerme en pie. Mis inseguridades en ocasiones me comen viva. Soy humana, y me he perdido muchas veces. Me he mantenido todo este tiempo en una lucha constante conmigo misma. En estas estaba hará unos 3 o 4 años, cuando apareció ella.
Despacio y casi sin darme cuenta, comenzó a despertar en mí sentimientos y esperanzas que estaba empezando a perder. Primero una conversación en la que sentía que me escuchaban, luego un beso tierno en un mal día, después un esfuerzo, una ayuda en algo que me estaba costando. Terminó siendo un verdadero apoyo.
Empecé, sorprendida, a darme cuenta de que tenía a mi lado a alguien que se dejaba la piel por dar sin esperar una recompensa. Sentí que regresaba a mis 15 años, que tan lejanos me parecían. Ese despertar a la vida lleno de ingenuidad, ilusión y buenas intenciones que tan poco tiempo duró.
Ella me hizo rejuvenecer y me rescató a unos pocos pasos del abismo. Ella, una persona que, contrariamente a otros que me habían abandonado, tenía motivos para convertirse en alguien triste, egoísta y débil. Alguien que sufrió una serie de desgracias, de pérdidas que trajeron tras de sí más obstáculos. Pero se sobrepuso a ellos, siguió adelante, tuvo la buena voluntad de ayudarme, de quererme, y me abrió los ojos.
Cris, no sé si te das cuenta de que has logrado que me crea que no hay nada que no pueda superar, no hay nada por lo que no pueda luchar, nada que pueda hacerme cambiar…Seguramente ni te has dado cuenta de que para mí eres todo un ejemplo de humanidad, de superación…me has aportado una dosis letal de esperanza que no dejará que flaquee, que me traerá grandes experiencias y a grandes personas que, ahora, sé que existen. Y para mí, no hay nada más valioso.
Celebro este día en el que, hace 28 años, llegaste al mundo con esa luz. Y celebro haberme encontrado contigo en mi camino.
Espero poder convertirme en un estímulo que te ayude siempre a recordar que debes seguir en busca de la felicidad, porque sé que lo tienes todo de tu parte para encontrarla. Puedo decir con toda seguridad que siempre estaré aquí para ti. Eres parte de mi familia, la familia que no requiere de lazos de sangre para permanecer unida.

Te quiero.

5 comentarios:

  1. Precioso. Yo no conozco tanto a Cris como tú, porque habéis vivido muchas cosas juntas. Pero lo que puedo decir, es que ella me acogió como una amiga y se lo agradezco mucho. Y es verdad que es una persona de las que quedan muy pocas, que se preocupa de sus amigos y que está siempre en lo bueno y en lo malo. Precioso, hermanita y un abrazo grande a Cris, que se lo merece. Yo también celebro que ambas formeis parte de mi vida.

    ResponderEliminar
  2. Gracias riquina :) estoy de acuerdo contigo. Tú tb eres una de esas pocas personas q hacen de este mundo un lugar mejor :*

    ResponderEliminar
  3. Lo tuyo es el don de la palabra.
    Gracias a ti, por sacarme siempre una sonrisa, hasta en el momento más triste.
    Gracias por tus palabras que me hacen descubrir como me ves y hasta darme cuenta de cómo soy sin darme cuenta.
    Aunque a veces me quieran hacer dudar, para mí esto es amistad de verdad, y no lo que otros pretenden mostrar.
    Quiero que sepas que contigo a mi lado para escucharme y para levantarme, aunq no te des cuenta, en los días que más triste estoy, todo este camino lleno de piedras se anda mejor.
    Tú también eres parte de mi familia sin lazo de sangre.
    Te quiero mucho.

    Y Silvi no dudes que te acogí como amiga no solo por ser hermana de mi gran amiga, sino porque tú misma te has ganado el derecho a serlo por como eres, por ser tan buena y no tener maldad, por saber aguantar mis verborreas jajajajaja, y por supuesto por hacerme pasar tan buenos momentos.
    Mil gracias a las dos.

    ResponderEliminar
  4. cris es mucha cris... un ejemplo de fuerza y tesón.
    a mí también me ha enseñado mucho, echo de menos aquellos días en los que aprendía bien de cerca de ella... pero siempre está ahí, y eso permanece por mucho tiempo y distancia que haya de por medio.
    yo también te voy a dar las gracias por cuidar y querer tanto y tan bien a alguien tan importante e imprescindible en mi vida, porque sin duda se lo merece :)
    un besazo enorme !

    ResponderEliminar
  5. Buah, hoy lloramos todas jajaja :) muchas gracias Cris, no sabes cuánto me alegra contribuir un poquito a que estés mejor. El texto me ha salido del alma, creo que se nota xD
    Ladymandarina ^^ desde luego que se lo merece, para mí es un placer. Un beso.

    ResponderEliminar